Una de las decisiones más difíciles a la hora de equipar nuestro coche para un peque es elegir lo más adecuado para un recién nacido, ya que en la fase de prueba de la silla en el coche faltaría la parte más importante: el bebé.
Un recién nacido necesita un grupo 0+ ó 0/1 que cumpla unos requisitos mínimos para garantizar su seguridad en cualquier trayecto y escenario. Bien sea instalado con isofix o con cinturón de seguridad, éste se debe usar a contramarcha el máximo tiempo posible según el manual del fabricante.
En este caso, las tres variables que más debemos atender serían la protección en la zona de la cabeza, el reclinado en el coche y el tiempo de uso.
1. La protección en la cabeza se consigue tanto con un grupo 0+ que posea un buen sistema de reductores, como con un grupo 0/1 que posea un buen sistema de reductores.
Para saber si una silla de grupo 0+ ó 0/1 se adapta de forma eficaz a la cabeza del recién nacido, la “prueba del puño” es la forma más fácil de comprobarlo. Se dice que el puño cerrado se asemeja al tamaño de su cabeza, por lo que si al ponerlo dentro de la silla a la altura donde debería ir la cabeza del bebé los reductores tocan ambos lados del puño, la cabeza del bebé debería quedar en el perfectamente protegida. En este caso, estaríamos ante una silla con un buen sistema de reductores pues sabemos que protegerán convenientemente la cabeza de un recién nacido.
2. El reclinado en el coche debería de ser el adecuado para que, en caso de quedarse dormido, el bebé mantenga la cabeza sobre el cabezal y no se le caiga hacia delante, pudiendo así obstruir las vías respiratorias y correr el riesgo de golpearse con el cabezal en caso de un frenazo brusco o impacto.
En este caso, si el dispositivo va instalado con cinturón, el reclinado final dependerá directamente de la inclinación que tenga el asiento del coche. Por tanto, en asientos más inclinados, la silla tenderá a quedar más vertical y el niño tendrá más riesgo de llevar la cabeza caída si no vigilamos previamente este aspecto. Por el contrario, en asientos más horizontales, la silla tenderá a reclinar más y habrá más posibilidades de conseguir un reclinado adecuado para mantener la cabeza en su sitio en todo momento. En el caso de que la silla se instale con isofix, la inclinación dependerá además de la altura a la que se encuentre el anclaje en el propio coche, es decir, cuanto más bajo esté el isofix, más vertical quedará la silla, y cuanto más alto esté, mejor reclinado conseguiremos.
No obstante, independientemente del vehículo donde vayamos a instalar la silla, también es necesario tener en cuenta que todas las sillas, aún siendo del mismo grupo, no tienen los mismos ángulos de reclinado disponibles, por lo que hay que estudiar siempre el conjunto silla-coche para dar con la opción más conveniente a cada caso.
Quizá éste sea el aspecto más difícil de valorar, pero como aconsejamos siempre, acudiendo a una tienda especializada donde se prueben las sillas en el coche con el rigor necesario, seguro tendrán constancia de qué sillas se ajustan mejor a cada tipo de vehículo, pudiendo en cada caso orientar a las familias sobre la mejor opción para ellos.
3. El tiempo de uso de cada silla viene marcado en teoría por su homologación, es decir, un grupo 0+ tendrá un límite de uso hasta los 13 kg y un grupo 0/1 tendrá un límite de uso hasta los 18 kg. Sin embargo, en la práctica este límite en muchas ocasiones no es real. ¿Por qué? Veamos, una silla de auto se puede agotar de dos formas: por peso o por talla. Una silla se agota por peso cuando el niño alcanza el máximo permitido según la homologación de la silla. Por otro lado, una silla se agota por talla cuando la cabeza del niño llega al borde del respaldo. ¿Cuál es el problema? Que en ocasiones, el niño alcanza el borde del respaldo mucho antes de llegar al peso máximo para el que está diseñada su silla y esto significa que en ese momento tendríamos que cambiar de silla sin haberla usado hasta el final de su vida útil según su homologación.
Por tanto, debemos tener en cuenta que la altura del respaldo, que no es la misma en todas las sillas, también puede limitar su durabilidad y obligarnos a cambiarla antes de lo que habíamos previsto. Lo que nosotros aconsejamos a todas nuestras familias es que, ya que se trata de un gran desembolso, busquen aquélla que dentro de sus posibilidades les dé un mayor tiempo de uso y permita así amortizar al máximo su compra.
En resumen, como deciamos mas arriba, lo más conveniente siempre para elegir la mejor silla de coche en cada caso, sea para un recién nacido o no, es acudir a un punto de venta especializado donde el profesional que os atenderá sabrá valorar todos estos aspectos y asesoraros de forma personalizada.
Fuente: A contramarcha salva vidas